lunes, 13 de junio de 2011

En el Firmamento...3. Cooperación


  1. COOPERACION.

Mas el latido de su corazón nunca fue en esta vida para mi, como el sonido mas perfecto... No hay mas placer que el pensar en él... las frases revoloteaban en su mente. Tara pensaba una y otra vez hasta que punto seria ella capaz, de darse a otra persona. 
La envidia que le daba el saber que una persona dependía de ella para poder ser feliz, saber que el miedo propio se trasformaba a un miedo externo, miedo a lo que le sucediera a la otra persona, el saber que darías tú vida, por proteger a otra.

Tara a cada respiración de Elewen se sentía mas materialista, mas rastrera y mas poco humana. Se sentía sucia por pensar que no había mas satisfacción que acabar en el sexo a la vez con la otra persona, se sentía un producto de la sociedad, se sentía de plástico, americanizada por series de ficción. El no haber pensado ni una vez que con el hombre que se hallaba compartiendo parte de su vida pudiese ser, ese hombre, si, ese hombre que seria el ultimo y definitivo en su vida, aunque luego no fuera así, es decir la inocencia o la magia en la relación.

  • Elewen. Que harás, si sabes donde está y bajaste desde el olimpo para buscarle, será porque tenias intención de ir hasta él y huir con él.
  • La inconsciencia me hizo escapar sin pensar, el miedo a perder a mi amado y verle morir fue lo que me hizo frenar, y ahora no se como acercarme a él. No se que hacer para no hacerle sufrir. He sido un gran egoísta, debí quedarme allí y morir, salvando así su vida,  callándome la boca por siempre, pero...pero...
    Elewen rompió de nuevo a llorar tapando sus brillantes y aturquesados ojos entre sus dedos.
  • Dime que es lo que te pasa.
    Tara se acercó hasta él, pasando una de sus manos por su espalda, acariciándole, le vio en ese instante tan débil, que no pudo hacer otra cosa.
  • En nuestro ultimo encuentro tuvimos una discusión, la tensión en el olimpo se había incrementado, sabían mis escapada a este plano de la tierra y estaban pensando en un castigo, para mi, esto me ponía cada día mas nervioso, claramente en ese instante, nunca hubiesen pensado que estaba enamorado de un mortal, de un simple humano. Cuando llegué a la tierra iba a explicarle a mi amado que durante un tiempo, no nos podríamos ver. Pero él ya estaba mal humorado, pues siempre había una escusa por la que me iba apresurada mente. Se lo intenté expilar, sin darme ha conocer realmente, pero cuando decidí ser sincero, el guardián del relámpago, Ionse, se presentó en la ciudad.
    Pude sentir como se acercaba, si me hubiera quedado allí, le habrían descubierto. Me fui corriendo, sin dar ninguna explicación y le pedí que me esperase allí, a esa hora, en el mismo día que nos conocimos, un 19.
    No se si me llegó ha escuchar o no, solo pude ver su cara de enfado, me partió el corazón verle así.
    Me trasformé y me elevé en los cielos, pero todo mi ser estaba impregnado con su aroma, e Ionse, pudo olerlo, el olor a mortal a humano, me castigó, me llevo de un extremo a otro sin poder hacer nada, aun tenia clavada en al mente la mirada de decepción y tristeza de la cara de mi novio.
    Cuando Ionse  fue a susurrarme algo a los oídos, pudo sentir mis labios  aún húmedos por los labios de un mortal, fue cuando encolerizó, tras ello me llevó ante los jueces del olimpo, me hubiera perdonado si solo hubiese pensado que había estado jugando demasiado cerca con los humanos, ya que para él, no son mas que simples juguetes, pero el saber que había sido ensuciado por ellos, no lo aguantó y como mi superior me llevó ante ellos y allí, me hicieron hablar, eso si, nunca dije su nombre, me torturaron para que pronunciara esa simple palabra, pero tras los tormentos que me causaron, cesaron, pues ya veían en vano hacerme sufrir o se aburrieron sin mas.
    Elewen, elevó una de sus mangas, allí había cicatrices mal curadas. Tara, tembló por la impresión y un escalofrió la recorrió todo el cuerpo.
  • Ionse, vino a verme a las celdas de la prisión, diciendo que me perdonarían la vida si a cambio daba el nombre del humano. Me negué una y otra vez, tras abofetearme y seguirme torturando, para que no fuese un estúpido y salvara mi vida, blasfemé tras tanta agresión sin sentido a nuestros gobernantes, lo que provocó en Ionse, una ira irracional he hizo que me volviera a fustigar... Aun me duelen las llagas de la espalda, se sienten calientes...Tara a tales palabras no dejo que parase de hablar, veía ya la cara de terror que asomaba en Elewen al recordarlo.
  • Y ¿Cómo escapaste?.
  • Dando en el punto mas débil a Ionse. Este está enamorado de mi, siempre me instruyó y me protegió fervientemente, aun no sé el por que, pero siempre me quiso bajo su sombra. Por ello entró en cólera cuando supo que en toda mi existencia había querido a un solo hombre y que no era él, mas bien se lo repetí una y otra vez las tantas veces como el decía que era eso, solo un humano, un simple humano ...miró al horizonte y con una sonrisa dijo afirmando... - _ no sabe el poder que puede llegar a tener "ese humano" sobre mi, él es el único que me gobierna y me gobernará siempre.
    Le mentí, diciendo que le prometía al humano, pero si él se convertía en mi pareja, este crédulo de si mismo y de su plenipotencia, me creyó, sacándome de la prisión. Entonces fue cuando arremetí contra todo lo que había a mi paso. Creo que maté incluso a varios guardias inferiores.
    Elewen agachó la cabeza algo avergonzado...tras unos segundos siguió... _ y salí de allí, con tan solo la idea de ver a mi amado y me perdonase. Y ahora no se que hacer.
  • Mañana es 19..dijo Tara, tras escuchar la historia.
  • Lo sé.
  • Entonces lo que quieres es que no esté enfadado contigo, que este bien.
  • Realmente lo que quiero es que sea feliz y quitarle esa pena que se que siente por no saber toda la verdad, quiero que sea feliz y verle feliz. Quiero decirle que el amo, que le amaré  que esa es toda la verdad y que el fué echo para mi. Que siento no haber estado a su lado tanto como ansiábamos, que no era por mi, que solo estaba él, incluso antes que mi propia vida.
  • Podrás con ellos, Elewen, seguro que podrás con ellos, por que la verdad, creo que... Ummm... que para una estrella efervescente como tú, no, no lo esta perdido todo, podrás con ellos.
  • El chico carcajeó fuerte mente.
  • Eres muy dicharachera, Tara. Esta rió y se paro. Ehii, ciertooo¬¬. Como sabes mi nombre es la segunda vez que lo dices ehh ehh.
  • Me he imaginado, que seria ese. Dijo con media sonrisa.
  • Si claro, ¬¬. Y siguió mirando de manera fulminante al muchacho.
Este rió, de manera apesadumbrada, el mundo se le volvió a caer encima. El cielo comenzó al este a clarear de manera anaranjada.
_ La brecha se ha abierto por fin, me encontraran en poco tiempo, debería alejarme de aquí, no quiero que te pase nada. Dijo mirando al horizonte donde el sol daba comienzo aun nuevo día.
_ Pero que harás con él, debes hablar con él. Si no lo haces tú, quien lo hará. 
Elewen la miró, descubriendo una posibilidad de estar con su amado.
_ ¿ Lo haríais tu por mi? Tara lo harías por mi, estaría eternamente agradecido. Mientras lo decía la zarandeó de atrás hacia delante.
Tara asustada le miro, _ Pe... Per.... Pero el no me conocé, que le diría...
_ Yo mismo te diré cada palabra que debes decirle, por favor Tara, eres mi única esperanza, para aliviarle, intentaré entretenerles para poder ir con él, dime lo harás, me ayudaras.
_ Si lo haré.
Los dos de pies, cogiéndose de las manos estaban dispuestos a encontrar una pequeña salvación a ese amor.
En ese instante, las pequeñas nubes que aun flotaban de lado a lado en el cielo solas y dispersas, se ennegrecieron arremolinandose unas con otras, volviendo a oscurecer el claro sol que había comenzado a asomar.
_ Es Ionse. dijo Elewen seriamente
La tormenta cada vez se acercaba mas, el aire azotaba bruscamente, Tara seguía cogida a Elewen, pensando que no habría sido una buena idea. El olor a agua rezumaba por todos lados, en un momento u otro caería una gran tormenta.
Tara escúchame. Elewen miró a los ojos de Tara severamente: _  Esto es lo que tienes que decirle...


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