domingo, 19 de junio de 2011

En el Firmamento...6. Último capítulo. Epílogo

6. EN EL FIRMAMENTO

_ ¡¡PARA!! Gritaba con toda su alma. _ ¡¡ PARA POR FAVOR!!
Elewen, se encontraba en el limite entre ambos, justo hasta donde la lluvia de rayos le permitía ir.
_ Para , no le hagas mas daño.
_ Eso me gusta, que pidas por su vida, así impotente, la verdad eres tan despreciable como el resto de humanos. Y dejo caer el cuerpo inconsciente del joven al suelo, como si fuese un roído, estropeado y sucio trozo de tela. El instante en que vio como su amado caía, pálido, inconsciente, con la mirada vacía, su corazón se rompió en añicos. Sentía en ese instante que realmente le estaban quitando la vida.
Se lanzó contra los rayos, arremetiendo con su propio cuerpo, contra aquella fuerza que le impedía entrar. La ira le había gobernado, su brazo, su rostro, la mitad de su cuerpo comenzó a entrar en ese limbo y como una bala, se lanzo contra Ionse. Un puñetazo le lanzó contra su propia barrera, no dejo que reaccionara, se colocó sobre él, dándole tantos puñetazos como podía, hasta que le paró, le retorció el brazo, hasta casi arrancárselo, el alarido de Elewen, fue mas fuerte que los truenos que revotaban en el cielo. Calló al lado de su amado. Ese se movió.
_ Elewen eres tú.
_ Si mi niño. Aquí estoy, para despertarte.... Y besó sus labios: _ Como encada mañana que te desperté.
El muchacho enfocó su mirada y vio a Elewen cubierto de sangre.
_ ¿Qué que te ha pasado?
_ No te preocupes, tranquilo, todo acabará. Estoy aquí para protegerte mi vida.
Y le volvió a besar. Un rayo chocó contra Elewen, este le paró en seco, su mirada rozó la ira enseñando cual felino sus dientes. Nadie tocaría a su amado. Se levantó.
_ Elewen , no, te matará.
_ Si así consigo tu vida, no dudes que me dejaría matar.
_ Pero si tu mueres, que será entonces de mi. Elewen dudó, paró de andar, giró sobre sí mismo y le sonrió.
_ Si yo muero, vive por mi, mi amado, vive por mi.
Tocó su pecho, estaba cálido, una esfera de luz salió de su corazón, siguió brillando y agrandándose, Ionse se lanzó. Parandole Elewen elevando simplemente su palma.
Un a brisa comenzó a surgir de la esfera, la tormenta se arremolinaba a su alrededor, un tornado comenzó a crearse sobre ellos y su alma, el centro del gran huracán.
_ Que estas haciendo estúpido.
_ Acabar con todo esto Ionse. Seras castigado por tus atrocidades, por irrumpir en este mundo, y atentar con vidas humanas, cuando no era tu cometido.
_ Que estas diciendo.
_ Que yo soy como tú.
Ionse no lo comprendió, hasta que en la frente vio unas marcas brillantes, su cuerpo volvía a recobrar el brillo con el que Tara le había conocido, aunque la sangre y la suciedad lo seguían cubriendo tapando su belleza.
_ No puede ser, estas condenado a muerte.
_ Así es, eso no ha cambiado. Pero ahora no estoy bajo tus ordenes.
Elewen sonrió plácidamente, se encontraba en paz, su cuerpo siguió brillando. Su alma se hallaba por encima de su cuerpo.
Ionse volvió a atacar, esta vez no a Elewen, su presa era el muchacho, antes de llegar sintió unas manos que lo arrastraban hacía atrás. Sentía como aquellos guardianes del cielo, que habían estado observando la pelea, impedían que siguiese aterrando al muchacho, atado por ellos contempló la energía que emanaba de Elewen, la luz tan brillante comenzó a cegar a todos. El huracán invadió todo el territorio. Tara aterrada seguía oculta entre unas rocas. El joven amante miraba a Elewen sin saber que hacer.
_ Ionse seras condenado a muerte, no te salvaras. Se acerco hasta él, este amarrado por las manos traslucidas, miró a Elewen ,en su ser toda la sabiduría, su piel volvió a ser limpia pura y pálida, sus ojos aturquesados llenos de apaciguad y amor, suus ropajes impolutos. Se acercó tanto a él que pudo sentir su aroma y sus labios rozando su cuello.
_ Ionse. Tan largos años convivimos juntos, debo darte las gracias por haberme protegido y cuidado, siempre pensaste que tu camino era el correcto, pero también el único, espero que esta ira y celos desaparezcan hasta que tus cenizas renazcan y encuentres una nueva vida.
Su cuerpo fue consumido por al mira de Elewen, brillante aturquesada, su esfera seguía brillando consumiendo con su luz todo lo que estaba a su alrededor.
Elewen acarició a su amado.
_ Por fin juntos, mi amado. Siento no haber podido contarte esto, siento no haberte podido proteger mejor, siento haberte echo daño.
_ Siento a ver dudado de ti Elewen, pensé que ya no me amabas y no sientas nada de todo eso, por fin estamos juntos, y aunque no comprendo bien los sucedido, ahora estaremos juntos para siempre. Se besaron.
_ Siempre te protegeré, pero no podre estar a tu lado.
_ Pero Tara me dijo que estarías conmigo.
_ Y así será, para toda al eternidad, pero mi destino es morir, mi niño.
_ No, no puede ser, entonces para que viniste hasta aquí.
_ Para decirte, que te amo y te amaré, y que nunca podre volver a tener un corazón pues te le di a ti, porque se que junto al tuyo siempre será amado.
_ No te vallas mi vida, no, no te vallas, no me dejes.
Elewen comenzó a consumirse cual estrella en un haz de luz.
_ Nunca te dejaré, nunca estarás solo, siempre tendré mi mirada en ti, tú hiciste que comprendiese que el amor es eterno, así pues déjame que siempre te recuerde. Y perdoname por no contarte la verdad
_ No, no hace falta que te perdones, me estabas protegiendo, siempre te amaré por encima de todo, nunca podré olvidarte mi vida.
Elewen, Juntó su frente a la de su amado.
_ Entonces deberás perdoname por esto, mientras vivas en mi, siempre me recordaras y eso será para toda mi eternidad, siempre brillare gracias a ti....Tú nombre fue mi mayor secreto pues así siempre fuiste únicamente mio, Alejandro...
Separando su frente de la suya la besó descendió hasta sus labios, cálidos, jugosos, húmedos y fue lo ultimo que sintió, esa ternura que por su boca se trasformaba en su ultimo y mas bello beso de amor.
La luz se disipó volviendo a una noche despejada y clara, donde el aire provocaba el vaivén de la cebada de agosto. Una joven chica se hallaba tumbada sobre su vieja manta de la casa de verano que tenia desde pequeña, mirando a las estrellas sabiendo que ese verano aunque sola, podría hallar al amor de su vida, si seria un buen verano, un mensaje a su BB, la disperso de su mente y su imaginación, era su amigo indi, como le conocían en el grupo:
_ espero que pases un buen verano, te espero a la vuelta para pasarlo genial en la piscina ^^. Coge algo de moreno blancuzca, que te hace falta je je.
Sonrió, aunque siempre le había gustado, buscaba mas que un amigo para pasar un buen rato de cama, si esperaba que en ese verano la pasara grandes cosas, encontrar a su gran amor.

    EPÍLOGO

Entre la multitud, un chico moreno con un colgante de dados y como siempre con una amplia sonrisa, deambulaba mirando escaparates de restaurantes de comida china, andaba algo mareado, seria el calor, se dijo así mismo.
Ya había anochecido en el exterior y antes de salir de fiesta comería algo en la plaza que tanto le gusta. Tras salir a la plaza, por unas estrechas escaleras con una bolsa de comida, la oscuridad le cogió por sorpresa, no se veía bien el cielo, debido a las luces artificiales de las farolas, pero allí entre todas, estaba la estrella que mas le gustaba, nunca dejaba de mirarla, pronuncio su nombre, Elewen, pues sabia sin entender por que, que allí arriba, esa estrella siempre le protegería, pues le pertenecía a él, y allí arriba, brillante y cálida, siempre mirándole, sobre todos protegiendole, en el firmamento...estaría él.

Y por ti siempre brillaré, como la mas bella estrella ,me diste la vida eterna al amarme por toda la vida, y por ellos siempre te protegeré...

sábado, 18 de junio de 2011

En el Firmamento...5. A tu lado


  1. A TU LADO

Tara, tragó saliva, no sabía como comenzar, sin preocupar mas al chico.
_ ¿Elewen está bien?, dime ¿Se encuentra bien? ¿Cómo es que no ha venido ? ¿No estará enfadado conmigo?
A la pregunta si estaba bien, Tara no sabia que contestar, sabia que estaba en peligro, que estaba condenado a muerte y probablemente luchando con Ionse... a si que no contestó a esa pregunta.
_ No, no está enfadado contigo, la verdad es a la uncia persona que he visto tan enamorada. Sonrió forzadamente queriendo quitar peso a la situación.
El joven se sonrojó un poco:   _ Y que es lo que el pasa, ¿se encuentra bien?
_ Elewen quiere que sepas que siente mucho no haber podido estar a tu lado cada segundo que su corazón comenzó a latir por ti, siente no poder haber aliviado tu corazón posando su cabeza en tu pecho, tranquilizando su palpito y siente no haber podido decirte tantas veces te amo como veces se puede respirar en el día. Quiere que sepas que siempre te ha amado, que siempre te amara, pe..pe..pero que siente mucho haberte echo sufrir por no haber estado allí, que la ultima vez que os visteis tuviera que marcharse sin ni siquiera despedirse con un beso, que se siente avergonzado por no haber dado todo su amor en cada momento en que apareciste en su vida., que...
_ Es que acaso no le volveré a ver mas, ¿Porqué me lo estas diciendo tú?, joder, es que no lo comprendo, por que no está él aquí, en serio, ¿Se encuentra bien?
_ Vamos a un sitio mas tranquilo, allí te lo contaré.
Tara, fue callada durante el camino, recordado cada palabra y como explicárselo claramente, sin meter la pata. Así pues cuando llegaron a una cafetería y pidieron, se sentaron y se acomodaron y tras bebe como seis sorbos de su mocca café, habló:
_ No sé como enfocarte esto, Elewen, ahora está en una disputa familiar, su...su... familia podríamos decir, parece no estar de acuerdo en la relación que mantiene, mas bien en la vida que quiere, pues está dispuesto a pasar toda la vida contigo. Ahora mismo se encuentra hablando con su padre, parece ser que, a partir de hoy será siempre tuyo.
El joven dudó en que poder decir sin saber bien que decir.
_ Entonces, está relativamente bien, pero no quiero que pase por ello solo, quiero que sepan que no está mal lo que hace, que le cuidaré que no le dejaré nunca solo, que seré su vida...
_ Ese no es el problema, es que no acepta que tú no seas como él. Tara sabia que había metido la pata, como salir de allí, y la telenovela se la vino a la mente.
_ Parece que viene de una familia de bien y generación tras generación, han guardado su herencia perfectamente y esperaban que acabase en manos de él y se dedicase enteramente y devotamente a la misma vida que ellos.
_ Nunca me contó nada de eso.
_ Ummm, es muy reservado en ese tema, lo que quiere y de ello debes estar seguro es que no ve mas vida futura en la que tú no aparezcas en ella. Tara seguía pensando que no debió mentir...las telenovelas de la tarde comenzaban afectarla, desde ese día vería Bob esponja...
_ Así que ahora se encuentra discutiendo con sus padres, por mi.
_ Por su felicidad, mas bien, por ser libre, por ser su propia guía en la vida, por tener lo que una persona busca, ser él mismo, cueste lo que cueste. Está luchando por tí...
_Y dime cuando podré estar con él...

                                                              *********

No conseguía mas que darle sin apenas fuerzas o esquivare a duras penas, no sabia como podría escapar de allí, no sabia como huir y ver a su amado, no sabia, no sabia nada, tanta eternidad para acabar como al principio, un ser vacío de sabiduría. Piensa estúpido, piensa...


Tara salió del café, el cielo se había nublado: _ Que bochorno. _ Si, aunque parece que no lloverá. Dijeron un para de chicas al lado de ellos dos. Despacio volvieron hasta la plaza, donde se encontraron.
_ Deberás esperar, como el me dijo, me quedaré contigo hasta que él llegue.
El cielo se seguía nublando y un silencio sepultar en las nubes remolinándose lentamente sobre ellos y toda la ciudad, provocaba un mal augurio y una fría sensación en el cuerpo.
Tara comenzó a preocuparse, era la hora de comer y no sabia nada de Elewen , no creyó que fuera a tardar tanto se dijo a si misma ¿Estará bien?


_ Dime Elewen, ¿este era tu esperado fin?, ¿sientes ahora como tú amor late por él?, le sientes.
Ionse amarraba por la cabeza las sienes del guardián, latían entre sus manos al mismo son que lo hacía su corazón.
_ Mírate cubierto de sangre, destrozado y llorando.
Elewen sentía su fin, no quería que acabara allí, quería huir con su amado, quería ser siempre eterno con su amor.
Las nubes se expandían, el olimpo contemplaba el fin de un guardián, el cielo lloraría la pena por la perdida de uno de los suyos, pues eran pocos.
_ Que guardan mas patético.
_ Seré patético, pero no soy tuyo, eso haría que lo fuese aún más. Y rió irónicamente.
Este era la ahora de su fin, tan lejos de su amado, si pudiese verle un solo instante mas, de dijo casi ya sin poder respirar.
Las nubes grisáceas y amarillentas lanzaron un rayo, los gritos de pánico en la plaza hicieron que saliesen despavorida la gente.
_ ¡¡Elewen!! dijo el joven muchacho, como si ese se rayo se hallase todo lo que deseaba, como si con sus palabras pudiera atrapar al rayo para que no se fuese y así encontrarse con su chico.
Ionse le vio, vio al muchacho en la mente de Elewen, por fin había conseguido que bajase als defensas para proteger al humano y con una sonrisa sádica y mirada loca, dijo dejando caer a Elewen: _ Por fin le tengo...

Tara, sentía su corazón latir tan fuertemente, que pensaba que le expulsaría en cualquier momento. Comenzó a llover intensamente, y la gente se fue ha refugiarse, cuando una imagen, sobrecogedora apareció enfrente de ello, cual siniestra figura de negro, un hombre surgió de la nada, flotando a centímetros del suelo.
_ Así que es por ti, por lo que ha dejado sus principios de lado, es penoso, no sabes lo que me divertiré viendo esto.
Agarró al muchacho por el brazo, Tara en el ultimo instante se amarró al otro brazo como si así, fuese a evitar que pudiese llevárselo. Sintió como su cuerpo era absorbido, por una inmensa fuerza y ahora ya no sabía donde se hallaba el arriba y el abajo, cerró lo ojos amarrándose al brazo del joven. Con miedo les volvió abrir. Un haz brillante se acercó hasta ellos, miró hacia el muchacho, estaba atrapado por el hombre, este no se percató de su presencia, pero aterrorizada por sus ojos rojos, se soltó desprendiéndose del brazo del joven y resbalando por su cuerpo, pudiéndose agarrar de nuevo a una de las piernas del chico.
Elewen, el haz de luz, apareció en ese instante, sobre ellos.
_ Sueltale, despreciable bestia. Un estallido de luz hizo que los cuatro se soltasen, Tara se precipito al vacío, pudo observar que se hallaba en el cielo y caía sin poderlo evitar al suelo. Gritó histéricamente. Elewen, la atrapo torpemente en el aire, cayeron al suelo. Tras varios tropiezos y tras el torpe aterrizaje, Elewen volvió a elevarse.
Ionse había atrapado de nuevo a su amado. Tara se quedó allí pasmada. Con la imagen de Elewen, repleto de heridas, quemaduras, sangre y magulladuras. ¿Dónde había quedado ese halo sobrenatural y de pureza en su piel? Tembló, sentía miedo.

El joven estaba asustado, casi aterrorizado, sin comprender nada y bajo la mirada de un ser que rezumaba odio y locura.
_ Ionse déjale no tiene nada que ver con esto, mátame a mi. Elewen jadeaba, casi no podía ni hablar.
_ Ja, ja, ja, y perderme la cara que se te pondrá al ver como pierdes a tu amado, ja, ja, ja. ¡¡Jamas!! Ademas, mejor acabar con todos que sepan de nuestra existencia.
_ Acaso no ves que no sabe nada, está aterrorizado sin comprendelo, os dije la verdad, maldito, déjale ir.
Elewen se lanzo contra él, pero rebotó. Una cortina de energía envolvía a los dos, el cielo en el centro sobre su amado e Ionse, se hallaba despejado, a su alrededor una espesa capa de nubes, cubría todo el cielo.
Se volvió acercar, hasta el limite, intentando por todos los medio entrar, pero le fue imposible, rayos caían desde arriba impidiéndole entrar, la desesperación le hacían llorar sin darse cuenta. Entonces comenzó su verdadera tortura, cuando escuchó el primer alarido de su amor.

martes, 14 de junio de 2011

En el Firmamento...4.Enfrentamiento

4. ENFRENTAMIENTO

Iones se hallaba en su trono, sentado sin moverse, marmoleo, blanco y frió, así era el trono como su pose. Apoyando su barbilla sobre su mano, miraba fijamente, sus ojos irradiaban ira. En su mente se repetía una y otra vez la imagen de la escapada de Elewen, y como había conseguido herirle en un brazo, había escapado con todas sus fuerzas de la prisión, pero lo que mas le dolía era que había conseguido avergonzarle, le había echo creer que habría sido suyo, apretó con fuerza sus puños.
El tiempo parecía que se había detenido. Los buscadores habían regresado, diciendo que era en vano seguir buscando a Elewen pues había ocultado su energía, faltaba poco para el amanecer, en ese instante su posición seria suya, pues sabia perfectamente como olía, como se movía, seguía perteneciendo a su séquito, le encontraría en segundos, y esta vez seria él quien acabaría con su vida, si no era suyo no seria de nadie y esperaba fervientemente que se hallase con ese asqueroso humano.
El aviso de un buscador de que ya era hora, hizo que Ionse se levantara rápidamente y como cual rayo cruzo la estancia, saltó desde el vórtice, la energía se arremolinaba en su cuerpo, pensó en Elewen, le sintió, en unos segundos estaría allí. La tormenta había comenzado.

En la tierra se comenzó a sentir la ira de Ionse, sin parámetros en su poder, arremolinó la energía de la tormenta sobre su cuerpo. Elewen y Tara se amarraban entre ellos, el aire azotaba los arboles arrancando ramas, y lanzando piedras y tejas de las casas mas cercanas, una espesa nube cogía forma, aproximándose a la tierra los rayos adquirieron un tono rojizo, Tara comenzó a temblar.
_ Tara , lo dejo en tus manos, eres la única que puedes contactar con él. Mírame a los ojos, nunca olvides lo que hiciste por mi, por que yo nunca lo olvidaré.
Tara se sentía algo mareada, no podía parar de estar aterrorizada por el estruendo de su alrededor.
 _ Tara, gracias por todo.
Se acercó a ella, hasta besar su frente, sus labios permanecieron varios segundos pegados a ella. Para Elewen era uno de los actos de cariño que su amado le había enseñado mas bonitos, para él era una de las cosa mas dulces que él le había echo, sentirse protegido por él.
_ Te marearas pero estarás bien.
Se separaron poco a poco, aun siguiendo en contacto, se encontraba en pleno centro de una plaza, la gente se encontraba parada, en pause.
_ Cuando te suelte, todo volverá a ponerse en su tiempo, el sonrió, espero que estés... Elewen sintió que algo tiraba de él, el dolor apreció en su cara.
_ !!Elewen¡¡. Gritó Tara, intentando agarrarle, pero este fue arrastrado bruscamente desapareciendo entre la multitud.
Todo se puso a moverse, las arcadas la vinieron a la boca al instante, todo seguía de nuevo su curso.
Elewen apareció sobre el verde campo donde segundos había desaparecido aun sentía que era tirado y sabia que se hallaba al final de esa cuerda.
Un puñetazo arremetió contra él, chocando contra el suelo. Esta vez se iba ha defender, tenia que hacer tiempo.
_ ¿Piensas que podrás escapar de mi Elewen?, no sabes lo que has echo, hubieses preferido acabar muerto bajo las manos de los gobernantes, pues yo no seré tan piadoso como ellos, eres despreciable.
Se lanzó contra Elewen, este saltó esquivándole y propinando un golpe en la sien de Ionse.
_ Piensas que no me defenderé, estas muy equivocado, nunca me has visto enfadado.
La tormenta rodeó los prados, las casas y hasta llegar al mar, relámpagos arremetían contra todo lo que había a su paso, y como dos estrellas Elewen e Ionse se enfrentaban, chocando entre si cayendo y levantándose al instante, no habría escapatoria para ninguno de los dos. 
La gente huía despavorida por al gran tormenta, el viento arrasaba todo a su paso, la lluvia arrastraba con su cauce todo lo que cubría y los rayos quemaban la paja seca y las mas altas ramas de los árboles.
Elewen lanzó una esfera de energía, chocó con Ionse que no pudo esquivarla, este arremetió con mas relámpagos, Elewen olía sus ropajes a quemado o era ya su piel, la que producía ese olor, ya no conseguía distinguir entre la piel quemada y la tela chamuscada que se le pegaba al cuerpo.
Cayó exhausto entre unas rocas del acantilado cerca de la casa de Tara, descansó un poco, hasta que Ionse le descubrió. De repente todo se volvió borroso.

                                                                 ******

Tara se sentó en uno de los bancos, nerviosa. Allí el sol irradiaba fuerte, habían pasado tres horas desde que Elewen le había dejado desapareciendo tan vertiginosamente, no había nadie esperando, no había nada fuera de lugar, seria demasiado pronto y ademas no sabia forma alguna de explicar a sus padres como había aparecido en Madrid desde la costa, sin que la llamasen loca. Aunque dijese que se cogió un tren para irse a la capital, sabía que aunque a sus 20 años, tendría que escuchar a sus padres, llamarla irracional y chica sin sentido alguno, la castigarían como a cual niña pequeña por macharse sin avisar y sin mas que con 20 miseros euros en los bolsillos. Para no reñirle, era estúpido, la verdad ahora creía que no había pensado bien el plan que le propuso Elewen, por su bien que se acordase toda su vida de ella.
Se levantó, por suerte esos veinte euros que llevaba la servirían para comprar algo de comer o tomar algo pues el calor era casi inhumano de aguantar, asique fue a por su segundo helado. El estrés la hacían comer sin parar.
Volvió a inspeccionar la zona, nada de nada. Volvió a pensar en Elewen, ¿estaría bien?
Se sentó a la sombra de un pino de la plaza, en un banco aun fresco, por la sombra, y se centró en acabar su cucurucho relleno de chocolate absorbiendo por el pico la nata que aun quedaba dentro, cuando entre las casetas de la plaza llenas de cachivaches inservibles e inciensos de todos los olores posibles, le vio.
Allí mirando a un lado y a otro, nervioso por encontrarle, era delgado, moreno, tenia un pendiente en la oreja, estaba inquieto, era mas guapo en persona y mas alto de lo que pensaba. Tara se puso tontamente nerviosa, se zampo lo que le quedaba del cucurucho de un solo bocado, añusgándose la garganta, se quitó las migas de la cara y de la camiseta, y se preparó para sentirse la chica mas tonta del mundo.
_ Ummm..Hola. El joven se giró.
_ Emm hola,¿ te conozco?.
_ No, no me conoces pero se a quien esperas. Yo vengo en nombre de Elewen, me llamo Tara. Él no ha podido venir, esto es importante, tengo que hablarte de él....
  
                                                               ******
Elewen se despertó, se hallaba colgado boca abajo, sentía el agua del mar caer de sus ropajes a su cara, se había empapado, al abrir los ojos se percató que no era agua si no su sangre. Fue cuando el dolor le comienzo a sentir.
Ionse le agarraba por sus tobillos a varios metros del suelo. Le había estado cortando lentamente la piel de las piernas, hasta que volvió a la consciencia.
_ Dime aun así protegerás a tu amado, eres tan estúpido de permanecer callado, por él. Dime que es lo que te dijo, que te amará, que quiere estar siempre contigo. Dime eres tan crédulo para creértelo. Tú mismo deberías de saber lo inconstante que son los humanos. Mira lo que te ha pasado por acercarte a ellos, será una lastima perderte, eras uno de los mas rectos y bellos. Dijo con una sonrisa sádica en su cara.
_ No me importa como acabe mi vida o cuando sea el fin de esta, no me importa si eres tú el que me mata cruelmente o sea el paso de la eternidad el que me convierta en polvo. Lo único que me ha importado era hallar la felicidad y se que amándole me ha echo saber que en el momento sea cual sea de mi muerte, he sido el ser mas afortunado del mundo pues he contado con que era la persona mas amada por él, eso es lo único que me importa.
_ Siempre has sido tan cabezota Elewen. Y de una patada le lanzó contra el suelo. _ Yo solo quería tenete, quería que fueses mio, habrías tenido todos los placeres y habrías sido el mas deseado.
_ Yo solo a lo que aspiraba era a no ser una cosa mas de alguien, si no formar parte de alguien y tu nunca sabrás que es amar, siempre te interesó poseerme nunca amarme, si lo hubieras echo me habrías dado la felicidad, costase lo que costase, eso bien lo sabe mi amado, mi niño, todo pensé...Ionse clavó sus rodillas en su espalda dejando le sin aliento, no soportaba que hablara así de ese humano.
Casi desfallecido seguía pensando que debía sobrevivir por su amado y volvió a levantarse. La tormenta había cubierto todo el cielo, la lluvia era espesa y se llevó su sangre, aun así seguía brotando a riachuelos de todas sus heridas.

                                                                   ******



lunes, 13 de junio de 2011

En el Firmamento...3. Cooperación


  1. COOPERACION.

Mas el latido de su corazón nunca fue en esta vida para mi, como el sonido mas perfecto... No hay mas placer que el pensar en él... las frases revoloteaban en su mente. Tara pensaba una y otra vez hasta que punto seria ella capaz, de darse a otra persona. 
La envidia que le daba el saber que una persona dependía de ella para poder ser feliz, saber que el miedo propio se trasformaba a un miedo externo, miedo a lo que le sucediera a la otra persona, el saber que darías tú vida, por proteger a otra.

Tara a cada respiración de Elewen se sentía mas materialista, mas rastrera y mas poco humana. Se sentía sucia por pensar que no había mas satisfacción que acabar en el sexo a la vez con la otra persona, se sentía un producto de la sociedad, se sentía de plástico, americanizada por series de ficción. El no haber pensado ni una vez que con el hombre que se hallaba compartiendo parte de su vida pudiese ser, ese hombre, si, ese hombre que seria el ultimo y definitivo en su vida, aunque luego no fuera así, es decir la inocencia o la magia en la relación.

  • Elewen. Que harás, si sabes donde está y bajaste desde el olimpo para buscarle, será porque tenias intención de ir hasta él y huir con él.
  • La inconsciencia me hizo escapar sin pensar, el miedo a perder a mi amado y verle morir fue lo que me hizo frenar, y ahora no se como acercarme a él. No se que hacer para no hacerle sufrir. He sido un gran egoísta, debí quedarme allí y morir, salvando así su vida,  callándome la boca por siempre, pero...pero...
    Elewen rompió de nuevo a llorar tapando sus brillantes y aturquesados ojos entre sus dedos.
  • Dime que es lo que te pasa.
    Tara se acercó hasta él, pasando una de sus manos por su espalda, acariciándole, le vio en ese instante tan débil, que no pudo hacer otra cosa.
  • En nuestro ultimo encuentro tuvimos una discusión, la tensión en el olimpo se había incrementado, sabían mis escapada a este plano de la tierra y estaban pensando en un castigo, para mi, esto me ponía cada día mas nervioso, claramente en ese instante, nunca hubiesen pensado que estaba enamorado de un mortal, de un simple humano. Cuando llegué a la tierra iba a explicarle a mi amado que durante un tiempo, no nos podríamos ver. Pero él ya estaba mal humorado, pues siempre había una escusa por la que me iba apresurada mente. Se lo intenté expilar, sin darme ha conocer realmente, pero cuando decidí ser sincero, el guardián del relámpago, Ionse, se presentó en la ciudad.
    Pude sentir como se acercaba, si me hubiera quedado allí, le habrían descubierto. Me fui corriendo, sin dar ninguna explicación y le pedí que me esperase allí, a esa hora, en el mismo día que nos conocimos, un 19.
    No se si me llegó ha escuchar o no, solo pude ver su cara de enfado, me partió el corazón verle así.
    Me trasformé y me elevé en los cielos, pero todo mi ser estaba impregnado con su aroma, e Ionse, pudo olerlo, el olor a mortal a humano, me castigó, me llevo de un extremo a otro sin poder hacer nada, aun tenia clavada en al mente la mirada de decepción y tristeza de la cara de mi novio.
    Cuando Ionse  fue a susurrarme algo a los oídos, pudo sentir mis labios  aún húmedos por los labios de un mortal, fue cuando encolerizó, tras ello me llevó ante los jueces del olimpo, me hubiera perdonado si solo hubiese pensado que había estado jugando demasiado cerca con los humanos, ya que para él, no son mas que simples juguetes, pero el saber que había sido ensuciado por ellos, no lo aguantó y como mi superior me llevó ante ellos y allí, me hicieron hablar, eso si, nunca dije su nombre, me torturaron para que pronunciara esa simple palabra, pero tras los tormentos que me causaron, cesaron, pues ya veían en vano hacerme sufrir o se aburrieron sin mas.
    Elewen, elevó una de sus mangas, allí había cicatrices mal curadas. Tara, tembló por la impresión y un escalofrió la recorrió todo el cuerpo.
  • Ionse, vino a verme a las celdas de la prisión, diciendo que me perdonarían la vida si a cambio daba el nombre del humano. Me negué una y otra vez, tras abofetearme y seguirme torturando, para que no fuese un estúpido y salvara mi vida, blasfemé tras tanta agresión sin sentido a nuestros gobernantes, lo que provocó en Ionse, una ira irracional he hizo que me volviera a fustigar... Aun me duelen las llagas de la espalda, se sienten calientes...Tara a tales palabras no dejo que parase de hablar, veía ya la cara de terror que asomaba en Elewen al recordarlo.
  • Y ¿Cómo escapaste?.
  • Dando en el punto mas débil a Ionse. Este está enamorado de mi, siempre me instruyó y me protegió fervientemente, aun no sé el por que, pero siempre me quiso bajo su sombra. Por ello entró en cólera cuando supo que en toda mi existencia había querido a un solo hombre y que no era él, mas bien se lo repetí una y otra vez las tantas veces como el decía que era eso, solo un humano, un simple humano ...miró al horizonte y con una sonrisa dijo afirmando... - _ no sabe el poder que puede llegar a tener "ese humano" sobre mi, él es el único que me gobierna y me gobernará siempre.
    Le mentí, diciendo que le prometía al humano, pero si él se convertía en mi pareja, este crédulo de si mismo y de su plenipotencia, me creyó, sacándome de la prisión. Entonces fue cuando arremetí contra todo lo que había a mi paso. Creo que maté incluso a varios guardias inferiores.
    Elewen agachó la cabeza algo avergonzado...tras unos segundos siguió... _ y salí de allí, con tan solo la idea de ver a mi amado y me perdonase. Y ahora no se que hacer.
  • Mañana es 19..dijo Tara, tras escuchar la historia.
  • Lo sé.
  • Entonces lo que quieres es que no esté enfadado contigo, que este bien.
  • Realmente lo que quiero es que sea feliz y quitarle esa pena que se que siente por no saber toda la verdad, quiero que sea feliz y verle feliz. Quiero decirle que el amo, que le amaré  que esa es toda la verdad y que el fué echo para mi. Que siento no haber estado a su lado tanto como ansiábamos, que no era por mi, que solo estaba él, incluso antes que mi propia vida.
  • Podrás con ellos, Elewen, seguro que podrás con ellos, por que la verdad, creo que... Ummm... que para una estrella efervescente como tú, no, no lo esta perdido todo, podrás con ellos.
  • El chico carcajeó fuerte mente.
  • Eres muy dicharachera, Tara. Esta rió y se paro. Ehii, ciertooo¬¬. Como sabes mi nombre es la segunda vez que lo dices ehh ehh.
  • Me he imaginado, que seria ese. Dijo con media sonrisa.
  • Si claro, ¬¬. Y siguió mirando de manera fulminante al muchacho.
Este rió, de manera apesadumbrada, el mundo se le volvió a caer encima. El cielo comenzó al este a clarear de manera anaranjada.
_ La brecha se ha abierto por fin, me encontraran en poco tiempo, debería alejarme de aquí, no quiero que te pase nada. Dijo mirando al horizonte donde el sol daba comienzo aun nuevo día.
_ Pero que harás con él, debes hablar con él. Si no lo haces tú, quien lo hará. 
Elewen la miró, descubriendo una posibilidad de estar con su amado.
_ ¿ Lo haríais tu por mi? Tara lo harías por mi, estaría eternamente agradecido. Mientras lo decía la zarandeó de atrás hacia delante.
Tara asustada le miro, _ Pe... Per.... Pero el no me conocé, que le diría...
_ Yo mismo te diré cada palabra que debes decirle, por favor Tara, eres mi única esperanza, para aliviarle, intentaré entretenerles para poder ir con él, dime lo harás, me ayudaras.
_ Si lo haré.
Los dos de pies, cogiéndose de las manos estaban dispuestos a encontrar una pequeña salvación a ese amor.
En ese instante, las pequeñas nubes que aun flotaban de lado a lado en el cielo solas y dispersas, se ennegrecieron arremolinandose unas con otras, volviendo a oscurecer el claro sol que había comenzado a asomar.
_ Es Ionse. dijo Elewen seriamente
La tormenta cada vez se acercaba mas, el aire azotaba bruscamente, Tara seguía cogida a Elewen, pensando que no habría sido una buena idea. El olor a agua rezumaba por todos lados, en un momento u otro caería una gran tormenta.
Tara escúchame. Elewen miró a los ojos de Tara severamente: _  Esto es lo que tienes que decirle...


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sábado, 11 de junio de 2011

En el Firmamento...2.confesiones


2.CONFESIONES

_ Me llamo Elewen, soy el guardián de las tormentas, y he escapado del olimpo, pues huyo de mi condena a muerte, buscando a lo que mas deseo y he deseado en esta vida, a mi amado, a lo que ha dado sentido a mi existencia y coherencia a la vida que he vivido y tenido.

Tara, agilipollada, se río:
  • Que fuerte es todo esto. Y dime ¿Qué queréis?.
  • Encontrar a mi amado.
  • Ya, pero como se llama, es humano o es como lo que eres tú.
  • Humano.
    Umm. Que fuerteeeeeeee e.e, mi primer contacto con una divinidad o ser extraterrestre y él es gay, con las ganas que tenia de ampliar mi mapa de tíos europeos con los que acostarme. Dijo a gran velocidad, mas para si misma que para Elewen.
    Esto lo hubiera superado con creces a acostarme con un tío guiri, que tú tienes tu punto y no eres humano, cualquier lista de cualquiera, no me llegaría ni a la suela de los zapatos, jor jor jor.
  • Pues decidme el nombre. Elewen, se acercó hasta ella y chocó su frente con la suya. Y en su mente lo escucho.
  • Por favor no pronuncies su nombre, si no, será castigado y será también condenado a muerte.
    No podría vivir con ello, no puedo vivir ya pensando que soy el causante de sus desgracias, menos si fuera el causante de su muerte. Ahora solo sobrevivo por tener la esperanza de encontrarle, le amo, le amo tanto. Porque tuve que bajar a la tierra, maldita curiosidad.
    Dio varios manotazos al aire hasta que arremetió consigo mismo. _ Ahora solo pienso en él solo he pensado en él, desde que le conocí. Necesito verle por encima de todo.
  • Lo, lo siento mucho... Dijo casi en un susurro. _ ...Pero no le conozco. La pesadumbre gobernó la cara de Elewen.
  • Ese no es el problema, se donde se encuentra pero tengo miedo a acercarme a él, pues me encontraran y le mataran, haga lo que haga creo que ha sido una estupidez escapar, estúpido, eso es lo que soy, tantos años ya... toda una eternidad que he vivido, y su amor me hace esto, comportarme así, como un crío inconsciente, odio al amor. Y volvió a llorar.
  • No me seas tan lastimero, ademas, dicen que por amor todo se hace, no es de estrañar que actúes así, yo estoy segura que vale la pena y seguro que puedes escapar y huir con tu amor, debes pensar en positivo , luchar por tu amor, jum.
  • Elewen miro a la chica, y sonrió, si fuese tan fácil, si todo fuera tan sencillo, pero no es el caso. No, no se que hacer realmente. Se sentó en una roca pensativo con la mirada alejada de allí, en poco tiempo comenzaría amanecer y pronto le alcanzarían y acabarían con su vida.

Tara sin saber que hacer se sentó a su lado a cierta distancia pero lo suficientemente cerca para que supiera que estaba allí.
  • ¿Tanto amas a ese hombre?¿ Y que hiciste para ser condenado? ¿ Sólo por amarle?
  • Es gracioso oír unas palabras así de una especie tan atormentada por el amor, que solo por amar a una persona halla sacrificado tantas vidas, porque les parecía que era una vergüenza, una atrocidad o imposible ese amor.
    Decidme, cuantos criados enamorados de aquellos a quien servían y viceversa fueron ejecutados y ahorcados o simplemente por ser como describiis de razas distintas o por amar a una persona de tu mismo sexo o de ideas políticas o religiones distintas, decidme.
    En mi caso el amor entre un guardián de los cielos y un humano es impensable, pues soy eterno, pues soy constante, pues nunca debería haberle conocido, pero una vez que se llega al paraíso, aunque muchos pienses que ese es mi hogar, pero fue el quien me lo enseño, como volver a tu mundo, todo se vuelve ordinario, un engendro a al vista de la soledad, en cambio, de la mano tu amado, todo es bello cuando estás a su lado.


    Tara nunca había experimentado ese sentimiento, solo había estado con chicos por que la satisfacían sexualmente, y su recentísimo ex novio, no había sido una excepción , se sentía algo mierdecilla en ese momento, 20 años y nunca había sentido lo que era amar.
  • ¿Como os conocisteis?. Preguntó intrigada. Pensando que así lograría entender mas que a Elewen lo que era el amor.
  • Simple fortuna. Elewen sonrió al recordarlo. En el olimpo, existen tres niveles de guardianes yo pertenezco al segundo, para poder subir de nivel existen las batallas en el cielo, allí se lucha hasta que alguien obtiene la victoria, en esa batalla acabé cayendo del cielo.
    La verdad provoque bastantes destrozos una vez caí aquí, una gran tormenta que recordar en al tierra.
    Cuando intenté comunicarme con ellos no lo conseguí, pues las interferencias de la gran batalla lo bloqueaban y solo la señal es mas nítida en el equinoccio y amanecer del sol.
    Así pues aun quedaban horas para ello, decidir no esperar sentado y me fui a investigar, pues la curiosidad de una eternidad viendo a humanos, siempre me había rondado.
    En poco tiempo llegue aun gran ciudad, Madrid, recordé ver el cartel, no era visible para nadie, pero al contacto con los humanos me hacia menos trasparente, decidí corporeizar me, transforme mis ropajes en aquello en lo que vi y apresurado salí de un túnel, que olía extraño llegue a una plaza, al subir las escaleras me choque con él.
    Caí varios escalones y el me recogió. Ceso de hablar y miro a las estrellas recordando ese momento.
  • Su aroma, Tara, eso es lo que me prendió, y esa sonrisa tan clara, tan abierta, tan inocente. Me dijo, si estaba bien, y la verdad me encontraba mal, no estaba acostumbrado a esa atmósfera tan pesada.
    Me mareé y el me llevó hasta una tienda, un chino.
    Recuerdo su mirada al ver que no podía abrir una simple botella. Me dijo su nombre y yo el mio. Y tras ayudarme, se despidió y se marchó.
  • Y ya, y... y ¿Cómo os volvisteis a ver?, y ¿ha enamora?, dime, pero que mas pasó.
  • Esa noche deambule por las calles de esa ciudad, faltaba poco para el amanecer y conseguí contactar , todos estaban aterrados con mi caída a este mundo tan sucio y degradante. 
    Fue cuando le volví a ver. Eso fue el destino. Creo que andaba algo afectado por la sustancia alcohol, pero seguía siendo muy gracioso. Nos sentamos, le dije que estaba esperando a que me buscasen, me preguntó que si vivía lejos y le dije que si. No le mentí. Hablamos un rato, cada palabra que salia de su boca me atontaba, entones, apartó mi pelo de mi cara. Sentí su tacto y me impregne de su aroma. Es cuando caí en que no debía estar allí. Me apresure en despedirme. Cuando llegamos a la calle, me pidió cosas incomprensibles para mi raza, señas que no existían para mi entendimiento. Así pues le dije que si realmente quería verme cuando sonase el primer trueno de una tormenta pronunciara mi nombre. El se rió me dijo que amaba las tormentas, entre risas. Le comprendí, que no me creyese. 
    Pero no podía decirle mas, ni siquiera le tuve que contar aquello como contactar conmigo, no tendría que haber vuelto a al tierra, pero el era mas fuerte que mi cordura y con las primeras gotas de una lluvia, desaparecí, sin dejarle casi tiempo a despedirse, huy de mi mismo, tenia miedo, cuando me separé de él supe que me alejaba de mi corazón y que ese miedo no era por mi si no por él.


    Tara, callada, le miró, había vuelto a enmudecer.
  • Entonces...Te llamó y pronuncio tu nombre.
  • Lo hizo y fue el fin de la cordura en mi mente y el comienzo de la verdadera vida en mi.
    Mis idas y venidas fueron constantes aunque escasas, a escondidas de todos, siempre de manera distinta, nunca hubieran pensado eso de mi, bajar a esta tierra. Pero solo saber que ese hombre rememoraba en su mente nuestros encuentros, que soñaba e imaginaba como seria nuestra próxima vez, que anhelaba mi sitio cuando no estaba. Eso hacia que mi vida tuviese sentido tantos años preso de una vida rutinaria, para mi era perfecto.
  • ¿Dime cómo es? Y vuestro primer beso.
  • Elewen, saco de sus ropajes un camafeo, le abrió, había dos fotos. En una estaban juntos y en  la otra solo él. Era moreno, pelo corto y oscuro como sus ojos, una mirada aniñada, con barbita que le daba un gran atractivo y a la vez algo de madurez y esa sonrisa que había descrito.
  • Nuestro primer beso, fue la tercera vez que le vi. Quedamos en la estación de autobuses, llegué tarde, algo que no me lo perdonaré, pues fueron segundos perdidos, me esperaba, nos acercamos rápidamente al vernos, me agarró por la cintura, me apretó contra él, nos abrazamos y cuando nos separamos lentamente, ambos buscamos nuestros labios, me agarré a su espalda, no cabía en mi, en cada beso, tras el primero no podía caber en mi, el primero dicen que es especial por ser el primero, para mi son todos y cada uno especiales pues lo que mas amo, me ama a mi también.
    Aun puedo degustar sus labios sobre los míos y sentir como mordía mi boca...
  • Oinss la verdad que está bien, buenorro tu chico, eehh, menudos polvetes llegarías ha echar.
  • Elewen la miró. Algo enojado.
  • No aspiré a eso, yo solo aspiraba a que me amase, mas el latido de su corazón nunca fue en esta vida para mi, como el sonido mas perfecto. Y ahora temo que no lo vuelva a oír.
    No es mas importante mi vida que la suya, y le protegeré por siempre,  pues si acaba su vida la mia que siga es en vano, pues ya habría muerto con él. 
    Así es como descubrí lo que era el amor, cuando temí por él, al separarme y no poder estar a su lado. No hay mas placer que el pensar solo en él...

viernes, 10 de junio de 2011

En el Firmamento...


1. CONOCIÉNDONOS.


Tara se hallaba acostada sobre la hierba del verde pasto que se extendía tras su casa de verano, la luz de la luna blanquecia a un mas su pálida piel. Un pequeño pantalón dejaba ver en esa postura parte de sus glúteos. Se giró, su pelo se enredó en su cara, se lo apartó de un golpe y siguió mirando su móvil, esperando una frase de su amado, pero parecía que se le hubiera tragado el olvido, ni un misero mensaje no ya de su novio si no de nadie en todo el día, en todo ese maldito día. era de madrugada y su indignación a tal ignorancia, había sobresaltado todo los limites, estaba en el pueblo no fallecida y sepultada, ya sin poder aguantarse mas, mandó un mensaje a su mejor amiga:
  • Sigo viva,¬¬.
  • Y aun así te sigo queriendo. La contestó. Por fin alguien la contestaba aunque se disgustara por su vivencia en la tierra.
  • Que, otro día en el que te ignora tu novio. Eh e.e . Volvió a escribir su amiga.
Odiaba que diese en el clavo su amiga, pero no quedó mas remedio que decirla un simple, pero apenado:
_ Si u.u
_ Sabes que no lo hace a malas, creo que hay días que ni se da cuenta de que tiene que respirar.
Bueno chiquilla te dejo que ando con Tom y en fin, le ha sobre saltado la alarma de la Bbse ha dspertado, me tiene al lado y en fin ya me entiendes, jajaja, wenas noches^^.
Miró rabiosa el teléfono, la zorra de su amiga iba a follar y ella solo la quedaba restregarse cual salida, contra la manta de la casa del pueblo, tener novio para hacerse un dedo, se dijo. Aunque ni intenciones tenia de hacerse nada. Dejó por fin el móvil y contempló las lucecitas del cielo como las llamaba ella.
Las vacaciones de verano en la playa que tanto deseaba todos los años, ese año por bocazas se convirtieron en un suplicio. Lo eran por tener novio, nunca había llegado a verano con uno, y ahora que si tenía, si por ella fuera seria la sombra de su chico, aunque claro este no se percataría de que estaría allí.
Se consideraba bastante lerda de si misma, no es que fuera borde, antipático o frió con ella, es que era demasiado pasota, aun no había descubierto si era por su continuo uso de plantas aromáticas y drogadictivas que había fumado en porros a lo largo de su vida que le habían dejado medio ido o es que sencillamente era así.
_ Gili. Se llamó de nuevo en alto. Apollandose a un lado de su cuerpo. Pensó en él.
Le encantaba el estilo indi que llevaba, era alto, algo delgado, pero fibrado, el pelo castaño claro, liso, con flequillo y siempre cubierto por una gorra, gorro o las miles de cosas que tenia en varios cajones de su cuarto para la cabeza. Su dilata, los tatuajes de dos carpas, la calavera, el dragón japones y todos las florituras que llevaba en sus brazos pecho y espalda tatuados. Su aspecto desaliñado pero bien elegido. Como mordía el pitillo cuando tocaba la batería...
Tras pensar en todo eso entonces se percató.
Pero que cojones estaba haciendo con su vida, era un puto crío, no se trataba que pasara de ella, se sentó con las piernas cruzadas, reflexionando aún mas. Encontrando algo que le amarrara a su novio mas que el estereotipo y lo buenorro que le parecía que estaba, pero no veía mas allá que lo que la impresionó cuando le vio por primera vez.
_ Siete meses desperdiciados. Se dijo. Y en cima con dos kilos mas.
  • Seré gily volvió a repetirse.
Se tumbó de nuevo en el césped, sonrió con sus manos en la frente, pensó en lo cariñoso que había sido, eso besos dados, y que la quería pero no la amaba y que la había pasado lo mismo, no estaba frustrada por que no la escribiera lo suficiente o por que no la dijese el te quiero, esperaba alguna acción de él para reaccionar ella y estar preparada para contestar. Realmente le quería pero mas como un amigo follable que como novio, estaban muy bien juntos , pero no había nada mas.
Así pues le escribió un mensaje, para muchos les parecería frió, cutre, de mala persona, pero si supieran que de esa forma le pidió salir y habían arreglado mas de una riña, les parecería incluso obvio, la verdad el chico detallista no era, pero ahora se daba cuenta, que era por que no había tenido quien le hiciera serlo, no lo había buscado realmente, así pues le escribió y aparto el móvil de ella y se dijo, el tiempo nos hará amigos.
A los segundos le contestaron.
_ Vale, tienes razón.
Se río, ni le había molestado, al mensaje: mejor como amigos que pasamos un buen rato en la cama, a juntos como novios que somos un desastre. Contestó vale.
Consiguió quitarse una carga, aunque seguía algo triste. Hasta que se percató. Por fin soltera en verano en unas playas llenas de guiris buenorros. Y el guistirrinin la invadió por dentro, sonriendo miró el cielo, si, seria un buen verano.

Entones una brillante estrella de un destello blanco impoluto, paso sobre su cabeza a escasos metros sobre ella, el ruido a su paso la aterrorizo mas que verla tan cerca, se perdió rápida, el viento que hizo a su paso la envolvió en arena y pajas secas. Asustada se levantó mirando hacía donde la estela de la estrella o lo que fuera, indicaba donde se había caído. Rápida camino hasta el montículo mas alto, desde allí vio donde se hallaba la estrella, había ido a caer dentro de su propio recinto, a escasos dos metros de la pequeña muralla de piedra que separaba el otro pastizal del vecino, la estrella seguía brillando, con menos intensidad pero lo hacía.
Sin saber por que se dirigió a ella, con la mente llena de tres ideas, y el orden de estas tres la preocupaba mas que la duda que se la creaba:
1. Esto es foto tuenti.
2. Que me pongo si salgo en la tele.
3.Espero que no me rapten si son unos marcianos.
Con la BB de la mano y andando de lado se acercó hasta el cráter creado, una figura humana se encontraba en el medio, brillante, de blancos e impolutos ropajes, su cabello parecía castaño, el brillo no le dejaba distinguir, se giró, era un chico. Salió rápidamente del cráter y se acerco a ella y amarró uno de sus brazos.
Asustada se paralizó, era de su estatura el joven muchacho, un poco mas alto, sus ojos eran del color de las aguas de las típicas playas paradisíacas, turquesas, aguamarina. Su piel pálida con un tono rosado, relucía, su cabello largo caía en mechones ondulados, por sus hombros.
Le estaba hablando, pero no se percataba, pensaba en si sería algún tipo de dios, una divinidad extraña, una persona del futuro, o un x-men.
Al final reaccionó, el fulgor que rodeaba al joven se apagaba, lentamente. Y es cuando se percato que estaba llorando.
_ Decidme, decidme, por favor, conocéis a mi amado, decidme que si, por favor, necesito encontrarlo. Calló de rodillas, soltando el brazo que le había agarrado.
Y en segundos aterrizó el resto de su cuerpo, desplomandose, inconsciente en el suelo.
Tara se quedo allí sin saber que hacer. Mejor sería huir, como cual loca y no decir nada a nadie, aunque claro estaba demasiado cerca de su casa y si le pasaba al muerto al vecino, se congelo y si estaba muerto, muerto y no desmallado, le toco el cuello, y pensó y si no tiene el pulso como los humanos, y se separó, la mano se la heló al contacto con el muchacho.
Se alejó corriendo sin saber bien que demonios hacer, llegó hasta donde había estado sentada, le cubriría con la manta. Volvió hasta donde había dejado a ese chico o ser, antes de llegar, comenzó a moverse incorporándose torpemente, ella se tapó con la manta.
Se levantó por fin, ella como cual espantapájaros solo observaba.
Sus ojos seguían llorando. Pero mas tranquilo se presentó:
_ Me llamo Elewen, soy el guardián de las tormentas, y he escapado del olimpo pues huyo de mi condena a muerte, buscando a lo que mas deseo y he deseado en esta vida, a mi amado, a lo que ha dado sentido a mi existencia y coherencia a la vida que he vivido y tenido.

martes, 22 de marzo de 2011

ESCARCHA

Lentamente la blanda escarcha se deshacía entre las hojas, pequeños brotes apelmazados en bulbos aun rojizos relucían con las gotas que emanaba de la nieve ya casi derretida.
Un sol de tacto suave emergía de las profundidades del invierno, dorando la pálida piel de la pasada estación, como cual frió cuerpo yacente en el suelo, descompuesto por el tiempo desaparecía a cual rayo de sol mas fuerte que el anterior, dando vida con su inanición, con su muerte resurgía lo que había estado protegiendo durante el constante frió de su cuerpo, la vida.
El gruyar de alguna ave, el canto de los pájaros, despedían a la reina de lo etéreo, aun volando desconcertados los últimos copos de nieve en el cielo se deshacían convirtiéndose en gotas que chocaban con flores de vivos colores.
Deslizándose por los riachuelos, la dama de blanco deshacía su perfecto moño de pálido color y helado tacto, descosía su ajustado corsé y su vestido de volantes y encajes amontonadas en cientos de capas de fina tela se convertian en fina y transparente seda, dejando ver su piel.
Elevando sus brazos, dejándose llevar por la fuerte corriente, pero aun débil caudal, disfrutaba de su ida, gimiendo con cada copo derretido, sus pechos de escarcha en fuertes corrientes se convirtieron y sobre ellos peces de brillantes escamas saltaban buscando una nueva y limpia agua virginal.
En sus pómulos se vislumbraba cierto sopor, el sol cada vez mas fuerte, la acaloraba, la consumía, la producía perderse en la mas extrema felicidad.
Bucles caían sobre sus hombros, rodeaban su cuerpo, el sol la desvanecía a su suerte y su ultimo alarido de vida fue en la gran cascada que en espuma su sonrisa se desvanecía convirtiéndose en agua.
Y la primavera surgió, la miraba desde las rocas del lago cerca de la cascada, como sus blancos mechones en fina espuma ahora la rodeaban y el ultimo pedazo de escarcha entre sus piernas la vida la daba, y así su estación llegaba.