domingo, 19 de junio de 2011

En el Firmamento...6. Último capítulo. Epílogo

6. EN EL FIRMAMENTO

_ ¡¡PARA!! Gritaba con toda su alma. _ ¡¡ PARA POR FAVOR!!
Elewen, se encontraba en el limite entre ambos, justo hasta donde la lluvia de rayos le permitía ir.
_ Para , no le hagas mas daño.
_ Eso me gusta, que pidas por su vida, así impotente, la verdad eres tan despreciable como el resto de humanos. Y dejo caer el cuerpo inconsciente del joven al suelo, como si fuese un roído, estropeado y sucio trozo de tela. El instante en que vio como su amado caía, pálido, inconsciente, con la mirada vacía, su corazón se rompió en añicos. Sentía en ese instante que realmente le estaban quitando la vida.
Se lanzó contra los rayos, arremetiendo con su propio cuerpo, contra aquella fuerza que le impedía entrar. La ira le había gobernado, su brazo, su rostro, la mitad de su cuerpo comenzó a entrar en ese limbo y como una bala, se lanzo contra Ionse. Un puñetazo le lanzó contra su propia barrera, no dejo que reaccionara, se colocó sobre él, dándole tantos puñetazos como podía, hasta que le paró, le retorció el brazo, hasta casi arrancárselo, el alarido de Elewen, fue mas fuerte que los truenos que revotaban en el cielo. Calló al lado de su amado. Ese se movió.
_ Elewen eres tú.
_ Si mi niño. Aquí estoy, para despertarte.... Y besó sus labios: _ Como encada mañana que te desperté.
El muchacho enfocó su mirada y vio a Elewen cubierto de sangre.
_ ¿Qué que te ha pasado?
_ No te preocupes, tranquilo, todo acabará. Estoy aquí para protegerte mi vida.
Y le volvió a besar. Un rayo chocó contra Elewen, este le paró en seco, su mirada rozó la ira enseñando cual felino sus dientes. Nadie tocaría a su amado. Se levantó.
_ Elewen , no, te matará.
_ Si así consigo tu vida, no dudes que me dejaría matar.
_ Pero si tu mueres, que será entonces de mi. Elewen dudó, paró de andar, giró sobre sí mismo y le sonrió.
_ Si yo muero, vive por mi, mi amado, vive por mi.
Tocó su pecho, estaba cálido, una esfera de luz salió de su corazón, siguió brillando y agrandándose, Ionse se lanzó. Parandole Elewen elevando simplemente su palma.
Un a brisa comenzó a surgir de la esfera, la tormenta se arremolinaba a su alrededor, un tornado comenzó a crearse sobre ellos y su alma, el centro del gran huracán.
_ Que estas haciendo estúpido.
_ Acabar con todo esto Ionse. Seras castigado por tus atrocidades, por irrumpir en este mundo, y atentar con vidas humanas, cuando no era tu cometido.
_ Que estas diciendo.
_ Que yo soy como tú.
Ionse no lo comprendió, hasta que en la frente vio unas marcas brillantes, su cuerpo volvía a recobrar el brillo con el que Tara le había conocido, aunque la sangre y la suciedad lo seguían cubriendo tapando su belleza.
_ No puede ser, estas condenado a muerte.
_ Así es, eso no ha cambiado. Pero ahora no estoy bajo tus ordenes.
Elewen sonrió plácidamente, se encontraba en paz, su cuerpo siguió brillando. Su alma se hallaba por encima de su cuerpo.
Ionse volvió a atacar, esta vez no a Elewen, su presa era el muchacho, antes de llegar sintió unas manos que lo arrastraban hacía atrás. Sentía como aquellos guardianes del cielo, que habían estado observando la pelea, impedían que siguiese aterrando al muchacho, atado por ellos contempló la energía que emanaba de Elewen, la luz tan brillante comenzó a cegar a todos. El huracán invadió todo el territorio. Tara aterrada seguía oculta entre unas rocas. El joven amante miraba a Elewen sin saber que hacer.
_ Ionse seras condenado a muerte, no te salvaras. Se acerco hasta él, este amarrado por las manos traslucidas, miró a Elewen ,en su ser toda la sabiduría, su piel volvió a ser limpia pura y pálida, sus ojos aturquesados llenos de apaciguad y amor, suus ropajes impolutos. Se acercó tanto a él que pudo sentir su aroma y sus labios rozando su cuello.
_ Ionse. Tan largos años convivimos juntos, debo darte las gracias por haberme protegido y cuidado, siempre pensaste que tu camino era el correcto, pero también el único, espero que esta ira y celos desaparezcan hasta que tus cenizas renazcan y encuentres una nueva vida.
Su cuerpo fue consumido por al mira de Elewen, brillante aturquesada, su esfera seguía brillando consumiendo con su luz todo lo que estaba a su alrededor.
Elewen acarició a su amado.
_ Por fin juntos, mi amado. Siento no haber podido contarte esto, siento no haberte podido proteger mejor, siento haberte echo daño.
_ Siento a ver dudado de ti Elewen, pensé que ya no me amabas y no sientas nada de todo eso, por fin estamos juntos, y aunque no comprendo bien los sucedido, ahora estaremos juntos para siempre. Se besaron.
_ Siempre te protegeré, pero no podre estar a tu lado.
_ Pero Tara me dijo que estarías conmigo.
_ Y así será, para toda al eternidad, pero mi destino es morir, mi niño.
_ No, no puede ser, entonces para que viniste hasta aquí.
_ Para decirte, que te amo y te amaré, y que nunca podre volver a tener un corazón pues te le di a ti, porque se que junto al tuyo siempre será amado.
_ No te vallas mi vida, no, no te vallas, no me dejes.
Elewen comenzó a consumirse cual estrella en un haz de luz.
_ Nunca te dejaré, nunca estarás solo, siempre tendré mi mirada en ti, tú hiciste que comprendiese que el amor es eterno, así pues déjame que siempre te recuerde. Y perdoname por no contarte la verdad
_ No, no hace falta que te perdones, me estabas protegiendo, siempre te amaré por encima de todo, nunca podré olvidarte mi vida.
Elewen, Juntó su frente a la de su amado.
_ Entonces deberás perdoname por esto, mientras vivas en mi, siempre me recordaras y eso será para toda mi eternidad, siempre brillare gracias a ti....Tú nombre fue mi mayor secreto pues así siempre fuiste únicamente mio, Alejandro...
Separando su frente de la suya la besó descendió hasta sus labios, cálidos, jugosos, húmedos y fue lo ultimo que sintió, esa ternura que por su boca se trasformaba en su ultimo y mas bello beso de amor.
La luz se disipó volviendo a una noche despejada y clara, donde el aire provocaba el vaivén de la cebada de agosto. Una joven chica se hallaba tumbada sobre su vieja manta de la casa de verano que tenia desde pequeña, mirando a las estrellas sabiendo que ese verano aunque sola, podría hallar al amor de su vida, si seria un buen verano, un mensaje a su BB, la disperso de su mente y su imaginación, era su amigo indi, como le conocían en el grupo:
_ espero que pases un buen verano, te espero a la vuelta para pasarlo genial en la piscina ^^. Coge algo de moreno blancuzca, que te hace falta je je.
Sonrió, aunque siempre le había gustado, buscaba mas que un amigo para pasar un buen rato de cama, si esperaba que en ese verano la pasara grandes cosas, encontrar a su gran amor.

    EPÍLOGO

Entre la multitud, un chico moreno con un colgante de dados y como siempre con una amplia sonrisa, deambulaba mirando escaparates de restaurantes de comida china, andaba algo mareado, seria el calor, se dijo así mismo.
Ya había anochecido en el exterior y antes de salir de fiesta comería algo en la plaza que tanto le gusta. Tras salir a la plaza, por unas estrechas escaleras con una bolsa de comida, la oscuridad le cogió por sorpresa, no se veía bien el cielo, debido a las luces artificiales de las farolas, pero allí entre todas, estaba la estrella que mas le gustaba, nunca dejaba de mirarla, pronuncio su nombre, Elewen, pues sabia sin entender por que, que allí arriba, esa estrella siempre le protegería, pues le pertenecía a él, y allí arriba, brillante y cálida, siempre mirándole, sobre todos protegiendole, en el firmamento...estaría él.

Y por ti siempre brillaré, como la mas bella estrella ,me diste la vida eterna al amarme por toda la vida, y por ellos siempre te protegeré...

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